Bonos verdes: por descubrir en España

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os llamados “bonos verdes” o endeudamiento ligado al desarrollo respetuoso con el medio ambiente, son un método que está experimentando un gran crecimiento a nivel internacional, pero que en España todavía no ha tomado fuerza.

Se trata de un mercado de títulos de crédito emitidos para financiar proyectos que ayudan a contribuir en la lucha contra el cambio climático, y que forman parte del cambio de flujos económicos necesario para cumplir el Acuerdo de París. Es decir, los bonos verdes vienen a suponer un producto financiero fundamental para avanzar en esta dirección siempre y cuando se sigan las reglas básicas de transparencia en la información, según asegura la directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales, Teresa Ribera.
El mercado de estos bonos ha pasado de los 2.600 millones de dólares en 2013 a los 81.000 del pasado año, y se prevé un crecimiento de hasta 150.000 millones de dólares en 2017 y de 60 billones para 2020, según datos de la Iniciativa de Bonos Climáticos.

Entre los proyectos que están consiguiendo financiación con bonos verdes destacan el de las energías renovables, transporte sostenible como el coche eléctrico y la construcción de edificios sostenibles y eficientes desde el punto de vista energético. De hecho, países como China, Suecia o Francia están regulando y creando incentivos con tal de promoverlos.

El caso de España

En nuestro país, los bonos verdes son prácticamente inexistentes. En esta materia tan solo se pueden rescatar los emitidos por parte de Iberdrola (que emitió 1.000 millones de euros de los mismos en febrero), la Comunidad de Madrid (700 en mayo) y la Caja de Ingenieros, que ha lanzado este año el primer fondo de inversión contra el cambio climático, según destaca Ricardo Pedraz, analista de AFI (Analistas Financieros Internacionales).
Por otra parte, el banco BBVA ha concedido préstamos verdes en los últimos meses tanto a Iberdrola (500 millones) como a Acciona (100 millones), con tal de financiar proyectos ligados a la descarbonización.

Según explica Tanguy Claquin, responsable de finanzas sostenibles de Credit Agricole, “España debería crear un sistema regulatorio propicio a la emisión de estos bonos”. De no ser así, otros países en desarrollo como India o Brasil podrían acaparar este mercado.
“Esta es la propuesta de inversión más segura y sólida en un contexto en el que los países deben apostar decididamente por reducir las emisiones para evitar que el cambio climático se convierta en catastrófico”, subraya Claquin, quien reconoce que los tipos de interés se encuentran muy bajos porque los inversores no se fían y no invierten, pero que “cuando hay propuestas bien estructuradas y sostenibles, el interés está muy por encima de la oferta de mercado, como pasa con los bonos verdes”.

Emisiones de CO2